26 de noviembre de 2015

Vuelvo a las andadas y tú te vas.













He intentado por todos los medios
dejar a un lado las ganas
que me empujaban a escribirte
las primeras palabras
de muchas últimas.

Pero la posibilidad 
de tenerte más lejos
de lo que ya acostumbraba
ha superado la cobardía
de decirte que no quiero.

Que he estado leyendo 
todo lo que un día te escribí
y casi ha sido peor recordarlo
que vivirlo.
Porque un día tuve la esperanza
de que todo volviera al punto de partida.
Y ahora la esperanza se pierde
en el punto de tu partida.
Y es la certeza de saber
que nada será igual 
lo que nos hace cagarnos de miedo.
Que el separar nuestros caminos
puede ser la única solución a este invierno,
pero yo sigo teniendo un libro tuyo 
que leo antes de dormir,
vete a saber por qué.

Por las primeras palabras 
de muchas últimas,
Por decirte que no quiero
que te vayas.

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