5 de mayo de 2016
















Él dice que 50 años se le han pasado volando,
yo no digo nada por miedo a volar.

Personas que piensan mucho y nunca dicen nada
porque prefieren parecer fuertes a ser valientes.
Y que ya no escriben, nunca escriben, 
por no dejar sus pensamientos a merced de cualquiera.

Por suerte para ellos, 
hay quien sabe decir las palabras exactas 
y en el momento idoneo
que romperán la más dura de las corazas.
Estos suelen ser cualquiera, 
que construyen un suelo firme con su infinita paciencia
y amor inmarcesible 
para que las primeras puedan saltar. 
Y sin miedo a volar.

Por supuesto hablo del hombre que sabe reírse al verme llorar,
y eso me hace inmensamente feliz. 
Porque sabe hacer que me sienta fuerte 
hasta en la más absoluta vulnerabilidad.
Que no sé si creerme que es la vida quien le ha enseñado
o pensar que venía así de fábrica, 
porque ni cien vidas forjarían tan privilegiada mente,
tan noble corazón.

Gracias, papá.

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