Para ellas, que no son muy guapas pero cantan muy bien.

No, no es un terremoto.

Son ellas tocando a mi puerta.

Entran en casa como si fueran las dueñas,

sin saber que mi casa son ellas.

Porque sí, son ellas “la estrella de los tejados”

y también, las que andan colgadas.

Las que arrastran a chupitos

y cierran discotecas.

Bailan y cantan 

como si siempre tuvieran algo que celebrar.

Lloran más de risa que de pena

y solo se caen si llevan tacones.

No sé qué tienen ni qué hacen

pero juntas hacemos nuestras las noches. 

No encontrareis nada igual.

Te rellenan el vaso siempre más cargado,

y les da igual que te vayan a echar del reservado.

Hemos cumplido tantos años juntas 

que hemos perdido la cuenta.

Sabemos que se trata de nosotras,

cuando no salimos de fiesta

siempre acabamos en una. 

Porque, de verdad, no sé qué tienen 

ni qué hacen,

pero si las conocierais 

sabríais que son insoportables.